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Yoga - Emmanuel Carrère


Bueno, no sé por dónde empezar a contarle sobre este libro que parece esculpido en capas. El autor intenta definir lo que es la meditación pero se ve inevitablemente distraído por la vida lo que al final le ayuda a completar su propósito inicial. Es un libro que tiene un lenguaje oral, y al mismo tiempo se siente la distancia, el acto valiente de ponerse al desnudo en el papel. Me acompañó en la rentrée (el regreso a clases) y la verdad se lee solo, un ritmo suave que acompasa los días con relatos y pensamientos que van de lo banal a lo profundo.


El libro se llama Yoga y en la primera parte, trata de definir qué es la meditación al contar un retiro Vipassana; pero esto se ve interrumpido abruptamente por una profunda depresión que lleva al autor a ser internado en una clínica psiquiátrica y, por último, a una isla griega de Leros, donde escucha y se ve transformado por la crisis migratoria del Oriente Medio.




El libro me llegó en el momento que necesitaba y me caló muy profundo.


Quizás porque, mientras lo leía, lo sentía al mismo tiempo como un bálsamo, pero también un espejo. En un momento dice algo así como que, al meditar, uno sabe que no puede evadir su realidad, sus inquietudes, los "miquitos", como se les dice en el budismo a los pensamientos que invaden la mente, pero que igual vale la pena intentarlo, intentar encontrar refugio. Y así, reflexiones como esta hay muchísimas. Sin darme cuenta, el libro puso en palabras algunas de las enseñanzas que había encontrado hace unos años cuando intenté acercarme al budismo y que había olvidado o no tenía tan presentes.


Me dieron muchas ganas de seguir intentando con más disciplina hacer yoga y meditar, de observar más y hacer menos, de sentir y apreciar el silencio.



Bueno, y la estocada final...


En un momento, el autor relata en sus palabras el cuento "La Mosca" de George Langelaan, sobre el ciclo de morir y nacer... una absoluta belleza, no lo había leído y me encantó. Le dejo el cuento completo por si quiere leerlo. Me recordó mucho a Mañana y Tarde de Jon Fosse que tanto me conmovió al comienzo de este año.


También me estremeció el relato en la clínica psiquiátrica, uff durísimo, crudísimo pero al mismo tiempo muy valiente porque intenta poner en palabras lo inefable como los grados del dolor de la mente, o de la melancolía o de eso que ocurre en algún lugar difícil de describir pero que aún así existe, se siente y es real. Me acordé de Linea Nigra cuando Jazmina Barrera decía que tenemos pocas palabras para describir el dolor, hablando del parto, y que por eso nos es difícil tratar de entenderlo.


Estoy emocionada porque comentaremos el libro en el Club de Lectura de Junta de Vecinas que tanto me gusta.


Quizás lo que menos me gustó del libro fue la última parte, la de la crisis de refugiados, tiene partes bonitas de encuentro de intercambio en donde trata de cerrar el relato pero al final no sé porque no me terminó de cuajar. Y bueno para concluir, el libro que parece un ensayo sigue siendo ficción en medio de todo y eso me parece lindo... la ficción le termina dando un hilo conductor a un periodo algo difícil de hilar para el autor, quizás como nuestras vidas.


Diría que lo recomendaría, pero usted me dirá si lo leería. Y si lo lee, ¿me cuenta para comentarlo?


Abrazo,


Cata



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